No a los circos!!

“…Cuando era pequeño me gustaban los circos, lo que mas me gustaba de los circos eran los elefantes, me gustaban mucho. Al terminar la función salí de la carpa, mire hacia atrás y vi al elefante del circo atado a una estaca, su cara reflejaba pena y dolor, al no poder ser libre, mire la estaca que sujetaba su alma libre a ese circo, la estaca estaba hundida solo centímetros, el elefante con solo un movimiento era capaz de zafarse de su trampa, me nació la pregunta ¿por qué no lo hacia?. Como yo era pequeño creía en las palabras de los adultos e ingenuo les pregunte ¿el elefante porque no se zafa y sale corriendo hacia la libertad? Unos me decían porque se sentía a gusto en el circo, otros decían que el elefante se sentía parte de el, aun así esas Respuestas no me convencían del todo, ya creciendo olvide esa pregunta, excepto cuando estaba con gente que se había cuestionado lo mismo. Hasta que un día escuche la respuesta, el elefante no salía de hay porque fue domesticado para estar atado a esa estaca.
imagine al elefante de pequeño, recién nacido, queriendo salir de esa estaca que lo mantenía prisionero, gastando todas sus fuerzas, agotado, exhausto, aunque la estaca estuviese hundida solo centímetros, en aquellos días era muy pesada para que el elefantito pudiese sacarla, luego... no tenia mas ganas de volver a intentar salir, y de esta manera creció… atado a una estaca haciendo sonar el grillete... empecé a cuestionar esto, llegue a la conclusión, cuando era pequeño también me ataron a una estaca, llamada autoridad, a la cual me sometieron, me domesticaron, para después no querer salir de ese infame circo llamado sistema, llamado capital. Al igual que el elefante, siempre me negaron la libertad, a cambio de obediencia y respeto hacia autoridades, poderes, patrias y banderas. Me domesticaron igual que al elefante. Hoy al darme cuenta de esta domesticación he decidido decir no a sus reglas, he decidido decirle no a sus juegos infames, he decidido ser libre…”